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lunes, 27 septiembre 2021 00:23

DE BIEN NACIDOS ES SER AGRADECIDOS Destacado

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Este año se han cumplido doscientos años del nacimiento de Mariano Castillo y Ocsiero. Mariano Castillo nació el de 2 de agosto de 1821, en Zaragoza. De muy niño llegó a Villamayor, a la ermita de Nuestra Señora del Pueyo, donde un tío suyo era el capellán del santuario, Allí pasó su infancia y juventud, cuidado y educado por su tío y el ama de llaves de este, que al parecer fue su madrina de bautismo, en La Seo de San Salvador de Zaragoza, que también debía tener lazos familiares con él. Aunque, cuando casó por primera vez, se fue de nuevo a Zaragoza, acabó su vida de nuevo en Villamayor, donde se casó por tercera vez y dónde falleció, en 1875, y dónde está enterrado, De su vida y de su relación con la astronomía y con el Calendario Zaragozano “El Firmamento” pudimos conocer mucho más gracias al esfuerzo investigador de Javier Roche Castelrianas y José Luis López Blázquez en su obra Los Calendarios Zaragozanos, editada y publicada en 2015.
Qué Mariano Castillo está vinculado a Villamayor de Gállego es obvio. En su callejero una de las calles está dedicada a su memoria, pero mucho antes de esto, las llamadas Escuelas Nuevas, construidas en 1930, ya fueron honradas con su nombre, de manera que el actual colegio, el que se inauguró en el curso 2002,2003, es conocido como CEIP. Mariano Castillo también.
La mayoría de los que pasamos por las llamadas Escuelas Nuevas de la calle El Santuario, fuimos educados en el respeto y honra a este ilustre vecino de nuestro pueblo, de manera que todos los 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, íbamos al viejo cementerio a limpiar su lápida, ponerle unas flores y alguna lamparilla de cera, como era costumbre. Años después, cuando este viejo cementerio fue desmantelado, todos los restos fúnebres fueron trasladados al actual. Fue entonces cuando el Ayuntamiento de Zaragoza, construyó en el nuevo cementerio un sencillo y emotivo memorial en su honra. Era cuando Villamayor de Gállego, administrativamente, era barrio de Zaragoza.
Calle, colegio y monumento funerario hablan del respeto y honra que este pueblo siente por este ilustre astrónomo. Pero también, en la memoria colectiva de sus vecinos de más edad quedan recuerdos de sus observaciones y pronósticos, que nos han llegado por tradición oral.
Alguno de ellos, no habla muy a favor de la valoración positiva por sus coetáneos de sus predicciones, pues se cuenta, que viéndole cada día observar el firmamento, sentado en una piedra pilón, desde la ermita del Pueyo, unos mozos del pueblo, para probar su atino en las predicciones, un día cuando él no estaba presente, metieron un papel de los de liar un cigarrillo, bajo esa gruesa piedra, a ver si él lo notaba. Cuando al día siguiente volvió a sentarse para realizar sus observaciones, se cuenta que exclamó: “O se han bajado Los Cielos o se ha subido La Tierra”.
Mucho se le ha honrado a Mariano Castillo en Villamayor de Gállego, pero el doscientos aniversario de su nacimiento puede ser una excelente ocasión para hacerlo más presente entre sus actuales vecinos, entre el alumnado del Colegio de Infantil y Primaria que lleva su nombre, incluso entre zaragozanos y aragoneses que quieran sumarse a su reconocimiento. La Asociación Cultural Aljez está en ello y nos consta que el Ayuntamiento y el Colegio lo harán también. No debemos olvidar que su calendario Zaragozano El Firmamento, es muy conocido y difundido en los ambientes agrícolas y ganaderos y aunque por error reiterado se considera que Mariano Castillo nació en Villamayor de Gállego, esto hace que una de las publicaciones de mayor tirada a nivel nacional, 300.000 ejemplares en 2001, que lleva su nombre, sigue relacionando su obra más conocida con nuestro pueblo. De bien nacidos es ser agradecidos.

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